Cine colombiano: INFIERNO VERDE | Proimágenes Colombia

Sinopsis

“Accidente Aéreo en el Infierno Verde. El 10 de Marzo partió nuestro bimotor Sikorsky S38 “Von Krohn”, tripulación: Capitán Hans Walter Geck y radio operador Ernst Jahnke a las 9:20 horas de Quibdó en vuelo a Cartago… el avión además llevaba 17 kg de correo consigo. Los valores declarados representaban un valor de $ 33.000. Pero el “Von Krohn” no llegó de este vuelo a su puerto de destino ni regresó a ningún otro puerto”. Así escribía en un aparte Heinrich Klein, ingeniero alemán de la SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Trasportes Aéreos) en su informe de 1934 sobre el siniestro del mencionado avión y la expedición de rescate en la inhóspita selva del Chocó colombiano. El ingeniero Klein redactó en ese entonces una valiosa -y hasta hoy desconocida- crónica de uno de los primeros accidentes de la historia de la aviación comercial, y sin duda el más recordado en Colombia en la primera mitad del siglo XX. El bimotor “Von Krohn” se vino abajo en una zona recóndita de la selva Chocoana, donde muy pocos seres humanos habían puesto huella. Los restos del avión se convirtieron en un verdadero “tesoro escondido en la selva”, pues en él habían quedado remesas, correo, platino y oro entre otros objetos de valor, cuyo valor actual ascendería a medio millón de dólares. Con la ayuda de curtidos guaqueros de la región, acostumbrados a las inclemencias de la jungla, y dos elementos de la Policía Nacional, el ingeniero Klein se aprestó a cumplir la misión que le encomendó la SCADTA: llegar hasta el impenetrable lugar donde se estrelló el “Von Krohn” y recuperar el avión antes de que fuera tragado por la tundra. Fueron dos semanas durísimas, enfrentando el mal clima, el terreno traicionero, la fauna salvaje, la falta de provisiones y los frecuentes intentos de amotinamiento por parte del grupo de rescatistas. Después de la ardua búsqueda, de los 5 pasajeros del avión, solamente uno de ellos logró vivir para contar lo sucedido. Los demás murieron y sus cadáveres se quedaron enterrados en la espesura de la jungla Chocoana para siempre.